
intemperie
Una escritura que soporte la intemperie,
que se pueda leer bajo el sol o la lluvia,
bajo el grito o la noche,
bajo el tiempo desnudo.
Roberto Juarroz
Que quede claro, la poesía no se escribe para nadie –advierte Andrea Testarmata en el primer verso de Intemperie y entramos al libro en estado de búsqueda, ignorantes otra vez del alfabeto, de las palabras. La poeta insiste: Cosas sin nombre y enumera lo que no se puede nombrar.
La intemperie es la escritura. Camino doble a plena luz del día y a plena luna de noche, donde una loba pare versos aunque sabe que quizás deba abandonarlos. Porque la poesía no sirve para cubrir el cuerpo desnudo, no es comida ni amor, apenas fuego que arde el alma, sed que pica en los dedos, viento que despierta.
Ingrata la noche/ para una mujer ajena/ en esta intemperie - la poeta lo sabe, pero se atreve y sale a los caballos de la oscuridad, deja que la poesía baje de la garganta, del brazo, de la mano, que sea trazo, grito y silencio. Resistencia.
Se prohíbe dejar de escribir.
Laura Forchetti
Leé un adelanto de intemperie:
TU RECUERDO
menos la sangre
todo hierve
y estoy a contra viento
con este cuerpo
espoleado de alpatacos
con este cuerpo
que camina
soportando
como si veinte huesos rotos
pronunciaran tu nombre
menos la sangre
todo hierve
tu recuerdo también
CUENTAS
la poesía baja
de la garganta
del brazo
de la mano
y si no escribís
te pasa la cuenta
a voz pelada a veces grita
para que le pagues
nadie le puede nunca
deber nada